sábado, 27 de agosto de 2011

Ayahuasca

Entender a la Ayahuasca como la “LIANA QUE NOS LLEVA AL MUNDO DE LOS DIOSES”, resume el sentido general, esencial y ancestral, de la experiencia de beber esta bebida, y su profundo e intrínseco carácter místico. Mitológica y tradicionalmente, se entiende que la Ayahuasca es la máxima deidad de toda la realidad natural. La Ayahuasca es la madre (espíritu o alma) de todas las madres. Se concibe tradicionalmente, que en la naturaleza, el agua, las piedras, la tierra, los animales y cada una de las plantas, tienen un ánima – alma que las sustenta. De todas estas ánimas, la ánima de mayor dimensión, es la “Madre Ayahuasca”, espíritu de todos los espíritus. Hablar de la Ayahuasca, es hablar de la mayor vibración (conciencia cósmica) contenida en la naturaleza. En este sentido, Ayahuasca equivale a Dios, en el sentido más amplio, profundo y panteísta del concepto. Además de ser la suprema deidad, la Ayahuasca es también la “Planta Maestra” por excelencia. Es así que la Ayahuasca, ha venido a constituir el elemento más importante para entender el chamanismo, la religiosidad, el misticismo, las artes y otras prácticas culturales amazónicas. Es más, la misma cultura, se habría generado a partir de las experiencias extáticas de beber la Ayahuasca, en una dinámica, entre el hombre, la naturaleza y la sociedad. La Ayahuasca, tiene un importante valor y significado, no sólo para nuestros pueblos aborígenes, sino también para los habitantes de las modernas ciudades, porque el estado extraordinario de iluminación de la conciencia (trance) que se logra alcanzar, es una auténtica y efectiva fuente desarrollo personal. Psicológicamente, esta bebida mágica nos ofrece la posibilidad de acceder a nuestro mundo inconsciente o subconsciente y conocernos plenamente. Estos vegetales nos abren una puerta para experimentar lo sagrado e integrarnos con todo lo maravilloso que existe en la naturaleza. La Ayahuasca permite desarrollar el arte del encantamiento y ensimismamiento: Las personas que beben Ayahuasca, van desvelando y descubriendo el misterio que son. Esta apertura, equivale a una nueva dimensión de conciencia. La experiencia de beber Ayahuasca, es como experimentar un sueño, pero mientras estamos despiertos. Sentir los efectos de la Ayahuasca, es como soñar, pero con plena conciencia del contenido de las imágenes y de las emociones que constituyen el sueño. Esto es, acceder a la infinita información que contiene nuestro sub-conciente o mundo espiritual, logrando con ello, la conquista del vasto conocimiento de uno mismo. Sabiduría, es la suprema y prudente comprensión de todas las cosas, resultado de la experiencia y madurez. Sabiduría, es un saber universal, tanto teórico como práctico. Los antiguos griegos por ejemplo, relacionaban ciencia con experiencia y saber con virtud. No ajenos a esta manera omnisciente de entender la realidad, la práctica de beber la Ayahuasca, nos ha conducido, hacia el cultivo de una sabiduría íntegra, que implica tanto el conocimiento del ser humano como de la naturaleza en su totalidad. La naturaleza es nuestra madre, y la Ayahuasca, parte esencial de la tierra, es nuestra planta maestra, proveedora de sabiduría y poder para lograr plena felicidad en nuestra vida. “Ayahuasca Sabiduría” es el cultivo de conocimientos inspirados en nuestros delirios extáticos con la “Planta Maestra” Ayahuasca.