domingo, 21 de agosto de 2011

Ayúdame Freud

El inconsciente, la conciencia y la censura (denominadas posteriormente por Freud como "ello", "yo" y "super-yo" respectivamente), constituyen las tres fuerzas fundamentales del psiquismo. Entre ellas existen relaciones dinámicas y de su combinación resulta la personalidad total o aparato anímico. Su punto de partida es la noción de "inconsciente psicológico". Según Freud, lo fundamental en el orden psicológico es la zona inconsciente. El inconsciente es dinámico y ejerce una presión constante sobre el plano consciente y, por lo tanto, en la conducta de la persona.Este inconsciente está constituido por instintos (todo lo congénitamente dado), pero bajo la acción del mundo exterior, lo inconsciente ha sufrido una transformación, que es la conciencia, una fuerza también capaz de oponerse a los impulsos del inconsciente. Entre la conciencia y el inconsciente existe el "pre-consciente", un intermediario, constituido por fenómenos inconscientes que integran la actividad de la conciencia, y que son susceptibles de hacerse conscientes. Pero para esto, deben sufrir una serie de operaciones deformadoras: la censura, que también es adquirida por la acción del medio exterior, bajo la influencia de la educación. 
El primer método que utilizó Freud fue la hipnosis. Pero luego la rechazó al encontrar varios aspectos negativos como la imposibilidad de lograr la hipnosis de muchos enfermos. Entonces Freud desarrolló el método psicoanalítico que constituye uno de sus mejores aportes a la Psicología.El método psicoanalítico consiste en provocar la liberación funcional de las cargas reprimidas, con el objetivo de que esas tendencias reprimidas vuelvan a la conciencia, logrando una especie de satisfacción y haciendo posible su reintegración con la capacidad unificadora del yo. Este método emplea diversos procedimientos, de los cuales el principal y más importante es el de las asociaciones libres. Para resumir este método podríamos decir que se trata de hacer conscientes los hechos inconscientes perturbadores y patógenos; el individuo reconoce en ellos la causa de su neurosis y recupera su salud mental.El método psicoanalítico se apoya en la hipótesis de la existencia, en el umbral de la conciencia, de asociaciones de ideas preconscientes, que pueden servir de nexo entre las ideas conscientes, conocidas por el sujeto.También se apoya en un hecho natural de la conciencia que se llama "reverie" (sueño diurno), una especie de desfile de imágenes, ideas, sentimientos, que se nos aparecen y desaparecen momentáneamente cuando dejamos vagar nuestra conciencia y que, aparentemente, no siguen ningún orden determinado. El psicoanálisis sostiene que el curso de estos estados no es libre; por el contrario, se encuentra determinado rigurosamente porque ellos se realizan bajo la influencia mediata o inmediata de los impulsos inconscientes y preconscientes. De esta manera, el método psicoanalítico consiste en hacer que el sujeto deje vagar libremente su conciencia, realizando una especie de auto-análisis pasivo en el cual el psicoanalista no interviene para influenciar las asociaciones del sujeto o para sostener su atención.Para este procedimiento se utiliza una determinada técnica: se hace acostar al paciente en una posición cómoda para eliminar toda molestia muscular. La sesión se realiza en una habitación un poco oscura, para evitar las influencias exteriores y el psicoanalista se coloca fuera de la vista de la persona. Después se le pide que se coloque en un estado totalmente pasivo y que comunique al psicólogo todo lo que le viene a la conciencia, sin excepción. Lo único que hace el psicoanalista es oír y sacar notas, a veces hace algunas preguntas. Al principio las asociaciones no tienen sentido, pero luego se van orientando. Cuando el psicoanálisis no funciona debido a la resistencia del paciente que opone la conciencia moral a la evocación del recuerdo que quiere salir, es necesario recurrir a otros procedimientos: el estudio de los actos fallidos y la interpretación de los sueños.