Liderazgo no significa dominación. El mundo está lleno de personas con deseos de gobernar y dominar a otros. El verdadero líder es diferente: este busca de forma efectiva actividades que produzcan beneficios, inspira a otros a que lo sigan y mantiene en lo alto la antorcha de la sabiduría, guiando a la sociedad para que puedan alcanzar sus más genuinos deseos y aspiraciones.