“Y, sin embargo, los animales nunca abandonaron sus esperanzas. Más aún, jamás perdieron, ni por un instante, su sentido del honor y el privilegio de ser miembros de la Granja Animal. Y cuando sentían toma la escopeta y veían la bandera verde ondeando al tope del mástil, sus corazones se hinchaban de orgullo inagotable, y la conversación siempre giraba en torno de los heroicos días de antaño, la expulsión de Mr. Jones, la inscripción de los Siete Mandamientos, las grandes batallas en las que los invasores humanos fueron derrotados. Ninguno de los viejos ensueños había sido abandonado. La República de los Animales algún día llegaría; tal vez no sucediera durante la existencia de la actual generación de animales, pero vendría”